Pbro. Mario Montes M.
Tomado del follero Semana Santa 2020 del Eco Católico
La familia se reúne en un lugar adecuado. Preparan de ante mano el signo para este domingo: palma sin bendecir o ramos de flores, de uruca, pacaya o ciprés, colocados en una mesa. O adornan el lugar de la reunión con palma o diversos carteles con la expresión: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! O elaboran una corona, con creatividad propia, que les haga recordar al Rey que es Cristo, el Señor del Triunfo y la colocan en un lugar visible.
Comienza la reunión con un canto adecuado y el encargado dirige la celebración, empezando con la señal de la cruz. Luego, hacen todos juntos la siguiente oración:
“Aquí estoy… Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad” en un borriquillo viene, cabalgando victorioso por la verdad y la justicia. Se dirige hacia su Pasión, para llevar a plenitud el ministerio de la salvación de los hombres. Humilde y pobre entra en la ciudad; manso y cercano. Él no grita, los que le reciben sí. Salen a su encuentro, lo aclaman como rey y Mesías; pero lo suyo es el silencio, la sencillez y la entrega, Podemos correr también nosotros, primero a por nuestro ramo de olivo, después para arropar a este modesto Jesús con el más firme y limpio propósito de acompañarle hasta el final, hasta donde Él va a llegar para sálvanos.
Subamos con Él a esa montaña, desnudos como Él, para lavarnos con su sangre y vestirnos con su gracia. “Bendito el que viene en nombre del Señor”. Vencedor de la muerte y el mal, condúcenos a lo que en ti creemos, esperamos y amamos a tu gloriosa resurrección. Convierte el madero de nuestro dolor en árbol de vida. Porque… no he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor y cantar al triunfador de la muerte. Amén”
Nos preguntamos y respondemos
Hemos comenzado la Semana Santa, con la celebración del Domingo de Ramos ¿Qué significa para nosotros esta Semana? ¿Cómo hemos vivido, en años anteriores estos días tan especiales? ¿Qué es lo que más nos gusta de ella? ¿Cómo debemos vivirla y celebrarla? ¿Qué actitudes de Jesús nos impresionan y nos conmueven? ¿Qué significa el Domingo de Ramos para ¿para nosotros? ¿Por qué Jesús quiso entrar de forma humilde y pacífica a Jerusalén, un día como hoy? (Mt 21, 1-11) ¿Qué imagen de Jesús nos queda en nuestra mente y corazón, hoy? ¿En qué sentido es Rey?
Proclamamos la Palabra:
Todos escuchan el Evangelio de la Pasión del Señor (Mt 26, 14-27,66). O tomando el relato corto (Mt 27, 11-54) desde la frase que dice: Jesús compareció ante el procurador hasta la conclusión: Verdaderamente éste era el Hijo de Dios.Aquellos que lo deseen, lean una frase de relato que más le llama la atención.
Luego lo reflexionan un rato entre todos, y responden a las siguientes preguntas:
¿Qué es lo más nos impacta del mensaje de Jesús? ¿Por qué no huye de la muerte, sino que la enfrenta y asume?
¿Qué significa para usted la Eucaristía?
¿Qué está usted dispuesto a hacer por Jesús en esta Semana Santa?
¿Estaría dispuesto a compartir su vida con los demás, sus dones, su tiempo y sus carismas, para construir una familia mejor, una comunidad mejor y un mundo mejor?
¿Qué opina de los discípulos del Señor, especialmente de Pedro y de Judas
Iscariote?
¿De los enemigos de Jesús y de Pilato el gobernador?
¿Cómo asume Jesús sus sufrimientos (golpes, burlas, escarnios, azotes)?
¿Por qué no se bajó de la cruz? ¿Cómo se explica la oración de Jesús, tomada del salmo 22: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?
¿Qué nos enseña Jesús con su pasión y muerte? ¿Qué nos enseña Jesús con su pasión y muerte? ¿Qué significa ambos acontecimientos redentores para nuestra vida de fe?

Luego se hacen peticiones espontáneas. Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y se reparten los ramos flores o palmas, cantando “Tú reinarás”.
Seguimos a Jesucristo hoy
Compartimos en familia un compromiso personal para difundir o dar a conocer la Palabra de Dios.